Es el último libro de la trilogía "Las ciudades". Cuenta la vida de Luis Murguía, un hombre inadaptado, solitario y vegetariano que podría pasar perfectamente por trasunto del autor. La historia de Murguía transcurre en diferentes escenarios, entre los que se encuentran Madrid y París. Un bohemio cosmopolita y culto; un asceta socarrón y con una marcada ética personal. Ese es Luis Murguía. El título de la novela hace referencia a cómo ha ido mutando el sentimiento amoroso en Murguía, a cómo ha ido abandonando su impulsividad adolescente y perdiendo la pureza de aquellos enamoramientos salvajes de su adolescencia y juventud. La galería de personajes y lugares es magnífica. Como siempre en los libros de Baroja, aparecen multitud de divagaciones e ideas filosóficas personales, que dan un valor añadido al libro. La particular visión del mundo barojiana coincide en gran medida (creo yo) con lo que siente y transmite esta narración de Luis Murguía en primera persona. Un libro para leer con calma, para saborear y para evocar aquellos años de la Restauración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario