"Laura, o la soledad sin remedio", de Pío Baroja

Continúo acercándome a la enorme obra barojiana con curiosidad. "Laura" es uno de los libros más personales de Pío Baroja. Su protagonista es una mujer que busca su lugar en el mundo, huyendo primero de la Guerra Civil española y encajando dentro de la Europa cosmopolita de entreguerras. El ambiente sofisticado y exclusivo en el que se mueve Laura no está en contradicción con su modestia y su vulnerabilidad, que se hace muy evidente. Por oposición a otros personajes que pueblan la novela, Laura es una persona con poca voluntad y con escasa capacidad de decisión. Por el contrario, se revela como un ser con un gran corazón y completamente conciliadora. Baroja pinta una Europa muy agitada en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo cuando se refiere al período suizo de Laura. En Basilea aparecen algunos personajes siniestros que anticipan la sinrazón que se avecina. Me impresiona cómo Baroja pone a moverse por toda Europa a sus personajes, cómo les atribuye una movilidad enorme, casi como hoy en día. Sin embargo, la movilidad en aquella época era mucho más lenta. La gente se movía en tren, con toda la parafernalia de los trenes de vapor, los mozos de las estaciones y los vagones restaurantes. Era otro mundo, pero no difiere tanto del mundo de hoy. Como persona atormentada que es, Laura nunca descansa ni cree haber alcanzado la felicidad. Aunque llegue a disponer de una buena posición económica y de estabilidad afectiva, hay algo negro que reside en el fondo de su alma que la impele a la tristeza, al desasosiego al modo de Pessoa.