Esta novela es la segunda que compone la trilogía "Las ciudades", tras "César o nada", de la que acabo de hablar. El mundo es "ansí" es una novela pesimista, cuya protagonista es una mujer rusa llamada Sacha, ejemplo máximo del cosmopolitismo europeo del cambio de siglo del XIX al XX. Baroja refleja perfectamente el ambiente de las clases altas y/o desocupadas europeas del momento. La acción se desarrolla en Biarritz, Ginebra, Florencia y Moscú. Leyendo esta novela parece que caemos en la cuenta de que era normal moverse tanto y relacionarse con personas de otros países a menudo. Nada más lejos de la realidad. Esto sucedía sólo en un pequeñísimo grupo social privilegiado. Y parece mentira que Baroja, siendo un ácrata y un antisocial, sea capaz de reflejar tan bien cómo era este mundo de los aristócratas y los hijos ociosos de grandes terratenientes rusos o de exitosos empresarios vitivinícolas españoles. Baroja despliega una clara voluntad europeísta. En esta novela, los personajes se mueven por Europa como uno se mueve por las distintas habitaciones de su casa. No había barreras mentales para estos personajes. Viajaban en trenes expresos, en trenes de vapor, en la época dorada del viaje ferroviario. La novela es dura, porque se llega a la conclusión de que el mundo es inhóspito, despiadado y que no hay solución ante la fatalidad. Los sucesivos tropiezos amorosos de Sacha, primero con un judío ginebrino llamado Klein, y luego con el español Juan de Velasco, la predisponen en contra del destino. Sacha se aparece en la novela como la víctima inocente de una vida que no perdona la debilidad del carácter. Libro triste pero interesante. Los ricos también lloran, cabría afirmar.
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